Tradición de cuchillos japoneses.

Un testimonio de maestría.

Cuando sostienes un cuchillo MIYABI, sabes que es único y hecho especialmente para ti. Son creados a mano con la ayuda de máquinas, pero no por máquinas. La tradición japonesa de los cuchillos valora la artesanía, la precisión y la expresión artística. El alma de la tradición está en cada cuchillo japonés y se une a las manos de quien lo sostiene. Es una pieza de historia que perdura y cuenta una nueva historia con cada corte.


Los secretos de los maestros japoneses.

La hoja, forjada a partir de los mejores materiales, encarna la esencia de la perfección. El arte de la forja es una interacción entre la mano y la mente. Cada cuchillo lleva la firma de su maestro. El mango, expertamente formado, es una obra de arte. Hecho de maderas finas como abedul y arce, su ergonomía es importante para asegurar que el cuchillo esté perfectamente equilibrado y el mango actúe como una extensión del cuerpo.

El legado de los samuráis.

Los cuchillos MIYABI se fabrican en Seki, Japón, al igual que lo eran las espadas de los samuráis en su momento. Los orgullosos guerreros veían sus espadas como una extensión de sus almas. Después del final de la era de los samuráis, los herreros de Seki adaptaron sus conocimientos a la producción de cuchillos y continúan estas tradiciones incluso hoy en día.